Cuando un cliente se plantea hacer una reforma se encuentra con una primera barrera la inseguridad y mala imagen que suele tener el reformista.
La asociación nacional de almacenes e construcción ( ANDIMAC) revela en un reciente estudio que la falta de confianza y mala reputación provoca unas perdida de 5400 millones de euros en el mercado de la reforma
La patronal lo achaca a que cerca de un 30% de las obras se acaban posponiendo y en torno a un 40% de las mismas se inician con, al menos, tres meses de retraso. Y ello se debe, principalmente, a las dudas de los ciudadanos a la hora de plantearse llevar a cabo una reforma.
Andimac destaca la importancia de fomentar el buen hacer de los profesionales para que el sector en su conjunto mejore sus cifras de negocio, puesto que actualmente las tiendas especializadas crecen la mitad que las grandes superficies, cuya oferta está más asociada al “háztelo tú mismo” que a la calidad basada en el empleo de materiales de mayores prestaciones.
Sebastián Molinero, durante la presentación del informe en Cevisama.
Por este motivo Todoconstruccion apoya la idea de Andimac de plantear acciones conjuntas dirigidas a romper las inercias históricas y crear un círculo virtuoso en torno a la reforma y sus profesionales que revierta en servicios de más calidad y garantías tanto para reformistas como para usuarios finales, permitiendo asimismo un culto hacia el estado de las viviendas.
Un arma de trabajo es el Informe “El Bueno, El Feo y El Malo: una radiografía del mercado profesional”. Se trata del primer análisis publicado en España sobre la relación que existe entre los distribuidores de materiales y los reformistas, fundamental para que el canal profesional ofrezca su valor añadido con respecto a otros competidores, que basan sus estrategias de venta en una agresiva política de precios, y los gigantes tecnológicos como Amazon, que ya amenazan a tres de cada diez comercios y ofrecen a los compradores online incluso la posibilidad de realizar obras y reformas.
Igualmente, este diagnóstico concluye que el intrusismo y la falta de mano joven cualificada son otras de las principales amenazas para el sector, provocando incrementos de los precios de las obras y retrasos en los plazos de ejecución, que ya están teniendo consecuencias muy negativas en las empresas.
Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “la mala reputación social afecta al valor percibido del sector y, por tanto, provoca mayor sensibilidad al precio. Un gran problema de fondo, a menudo invisible porque lo tenemos normalizado, es el escaso valor añadido de la cesta de productos para la construcción respecto a otros. Estamos ante un mercado de consumo, y el mayor enemigo del consumo es la falta de confianza”.
Los profesionales y la tiendas de materiales de construcción se necesita y deben de colaborar para mejorar la calidad y la imagen del sector